Por razones de higiene, ahorro energético, seguridad contra incendios, calidad del aire y vida útil de la instalación, es obligatorio limpiar los conductos de aire sucios. Así lo establece la ley europea de lugares de trabajo saludables, que fija unos requisitos mínimos para los lugares de trabajo, que se describen más detalladamente en la norma europea EN 15780.
Durante la limpieza de los conductos de aire, se utiliza un soplador de extracción para evacuar la suciedad desprendida. La suciedad se captura en una bolsa filtrante. Hamster Cleaning garantiza que, después de cada limpieza, al menos el 95% de los conductos estarán limpios. Esto se consigue mediante el uso de la tecnología más avanzada, incluidos robots avanzados de inspección y limpieza, únicos en Bélgica.
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Los sistemas de ventilación de salas limpias requieren un mantenimiento bien supervisado. Los jefes de proyecto de Hamster Cleaning participaron en cursos de formación sobre salas limpias en los Países Bajos y ahora poseen un diploma reconocido y certificado a nivel europeo.
Hamster Cleaning dispone de máquinas con filtros HEPA para poder garantizar una limpieza segura e higiénica. Estas máquinas sólo se utilizan en entornos de alta tecnología y no con fines industriales.
Durante el mantenimiento, las salas blancas deben lógicamente ponerse fuera de servicio.
Hamster Cleaning tiene experiencia con la limpieza de conductos de aire en entornos industriales y con los procedimientos de seguridad asociados. Hamster Cleaning cuenta con la certificación VCA* (Lista de comprobación de seguridad para contratistas - SCC), cumple las normas ISO requeridas y siempre dispone de permisos de trabajo y análisis de riesgos actualizados.
La limpieza de conductos siempre se lleva a cabo en estrecha colaboración con el departamento técnico y/o las personas responsables de los servicios generales y técnicos. El enfoque se discute antes de comenzar el trabajo. Una vez finalizado el trabajo, Hamster Cleaning proporciona un informe completo, con imágenes y cifras.
Cada vez se pide más a Hamster Cleaning que limpie los conductos de aire de los edificios nuevos antes de su entrega. ¿Por qué es necesario? La respuesta es sencilla: porque durante los trabajos de construcción se libera mucho polvo, por ejemplo, procedente de trabajos de amolado y taladrado. A menudo, los conductos no están cubiertos y a veces incluso están tirados por el suelo.
La consecuencia es que la suciedad entra inmediatamente en los conductos, se deposita y, a partir de ese día, se supera una de las normas europeas.
Tanto los contratistas como los clientes finales son cada vez más conscientes de la importancia de que los conductos estén limpios y piden que se limpie el sistema de ventilación antes de entregar el edificio. Por razones de accesibilidad, lo ideal sería que los trabajos se realizaran antes de instalar el techo.
La lista de edificios utilitarios ventilados es bastante larga: polideportivos, piscinas, escuelas, edificios municipales, bibliotecas, guarderías, centros culturales, clubes juveniles, la lista podría continuar. Generalmente construimos en zonas de mucho tránsito, por lo que la suciedad no tarda en entrar en los conductos de aire.
La limpieza de los conductos de aire es esencial para mejorar la higiene, el consumo de energía, la calidad del aire y la seguridad contra incendios.
Trabajar en altura no es un problema, como tampoco lo son los conductos con un diámetro muy pequeño o muy grande.
Para mantener la extracción de los procesos, Hamster Cleaning trabaja a menudo en entornos de fabricación, donde tienen lugar procesos de producción y se desprenden grandes cantidades de polvo. En el ámbito de la seguridad contra incendios, es crucial que los conductos de extracción se limpien a intervalos regulares.
Esto se debe a que la sección de extracción de los sistemas de humos de soldadura se obstruye parcial o incluso totalmente, lo que, combinado con una fuente de ignición, prepara el terreno para un riesgo de incendio considerable.
Por eso, a diferencia de la ventilación de confort -en la que la suciedad no suele superar la norma europea hasta pasados unos años-, la ventilación de proceso deberá limpiarse una, dos o incluso tres veces al año.
Bajo el epígrafe «comercio y hostelería» se engloba toda una serie de edificios, como hoteles, tiendas y centros comerciales. Como ocurre en otros edificios públicos, el mantenimiento de los conductos de aire es esencial para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de ventilación y la higiene del personal, los visitantes y los clientes.
Hamster Cleaning limpia los conductos en su totalidad, sin afectar a las experiencias de los clientes en la tienda o el hotel. En los hoteles, por ejemplo, se elabora un plan exacto para garantizar que no afecte en modo alguno a la estancia de los clientes y turistas. Hamster Cleaning se compromete a completar todo el trabajo durante el día, pero es flexible si los clientes solicitan explícitamente que la limpieza se realice durante la noche.
En el marco de las buenas prácticas de higiene y desinfección, Hamster Cleaning colabora con una treintena de hospitales flamencos. En estos hospitales, los conductos se inspeccionan, evalúan y limpian sistemáticamente.
Hamster Cleaning se compromete a garantizar que, durante el mantenimiento de los conductos de aire, todos los servicios puedan seguir funcionando. Una excepción a esta regla son las zonas críticas, para las que, por supuesto, se toman medidas por separado. Al llegar a acuerdos claros, el funcionamiento del hospital no se ve afectado.
La respuesta a esta pregunta puede encontrarse a través de este enlace https://www.linkedin.com/pulse/moeten-luchtkanalen-verplicht-gereinigd-worden-seppe-thys/.
Como hay mucha ambigüedad en relación con el mantenimiento obligatorio de los conductos de aire, Seppe Thys, director general de Hamster Cleaning, escribió una entrada en su blog sobre el marco jurídico.
Una pregunta sencilla con una respuesta igualmente sencilla: los conductos de aire deben limpiarse cuando se supera el nivel aceptable de acumulación de polvo (g/m²). Así lo aclara la norma europea EN 15780, que especifica qué cifras deben respetarse. Hay tres niveles de limpieza en los que puede situarse un edificio, y a cada uno de ellos se aplica un nivel aceptable de acumulación de polvo.
Hasta cierto punto. Un elemento crucial de un sistema de ventilación que funcione correctamente es el mantenimiento de los filtros de la unidad de tratamiento de aire. Los filtros deben sustituirse con prontitud y rigor. Si no se sustituyen, los filtros se llenarán, a veces se congestionarán y, en casos extremos, incluso se romperán. Ni que decir tiene que el sistema de ventilación dejará de funcionar de forma óptima y que los conductos también se ensuciarán.
Un buen filtrado puede evitar muchas desgracias, pero evitar que los conductos se ensucien es casi un deseo. Esto se debe a que el polvo va a todas partes y, con el tiempo, los conductos de aire se ensuciarán. En particular, los conductos de los sistemas de extracción se contaminan rápidamente, ya que el aire no se filtra antes de entrar en el sistema de ventilación.
Por eso es importante inspeccionar los conductos anualmente, para evitar que se agraven.
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