El problema

El sistema de extracción de la cocina (campana extractora y conductos de extracción) en las cocinas profesionales a menudo se ensucia mucho debido al uso intensivo.

Además de los aspectos higiénicos y técnicos, esto también aumenta el riesgo de incendio en el sistema de extracción de la cocina, aunque sea latente. El seguro de incendios no cubrirá ningún daño en caso de incendio cuando haya pruebas de un mantenimiento deficiente. Al fin y al cabo, como propietario está obligado a hacer todo lo posible para que el riesgo de incendio sea el menor posible.

Otro problema es que los conductos de extracción no sean estancos. Esto significa que el conducto no se puede limpiar con líquidos (por ejemplo, una solución de agua y desengrasante).

Solución actual

Cuando se trata específicamente de la limpieza de los conductos de extracción de una campana extractora, a menudo se opta por la limpieza con agentes corrosivos, productos químicos, métodos mecánicos o incluso manualmente con cutters/rascadores y cepillos de acero. Estos métodos requieren mucha mano de obra y entrañan riesgos para el personal de limpieza.

Debido a las zonas a menudo de difícil acceso, esto sólo conduce a un resultado parcialmente aceptable. Existe un alto riesgo de daños ambientales causados, por ejemplo, por fugas, debido a que la red de conductos de aire no es estructuralmente estanca.

La solución

El revestimiento utilizado garantiza un método de trabajo menos perjudicial para el medio ambiente, menos intensivo en mano de obra y seguro para las personas que realizan el trabajo. Esto supone una mejora significativa de la calidad del servicio prestado.

La solución: el revestimiento de los conductos de extracción. Esta solución consta de 2 etapas.

Etapa 1: Aplicar un sellado/revestimiento «único» en el interior del conducto de extracción

El sistema de extracción está provisto de un sellado/revestimiento especial, ecológico e incombustible (a base de agua). Este revestimiento puede adherirse a superficies contaminadas.

El riesgo de incendio se reduce considerablemente y el conducto es prácticamente estanco. El riesgo de cortes o quemaduras se minimiza o incluso se descarta.

Etapa 2: Mantenimiento de los conductos de extracción tratados;

• El mantenimiento regular requiere menos mano de obra.
• Se pueden utilizar productos de limpieza menos agresivos.
• Se minimiza el riesgo de daños medioambientales.